La
diversidad de personas que encontramos en los centros (educativos y
de trabajo) exige a los profesionales una respuesta a las necesidades
específicas y especiales que garantice el desarrollo de sus
capacidades. En el caso de personas con déficit auditivo y déficit
visual, para que la comunicación y el desarrollo social y personal
sean una realidad, es necesario sentar las bases que la hagan
factible a través de sistemas alternativos de comunicación.